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jueves, 31 de marzo de 2011

¡Muchísimas felicidades!

Mi centro, mi vida, mi objectivo, mi razón, mi pilar...mi medio caracolillo con los ojos achinados y esa media sonrisa cínica que sólo tú sabes poner.


Esta es mi forma de agradecerte el haberme echo persona junto a ti. Por ofrecerme tu apoyo. Por quererme sin poner fin a esto. Por ser mi cómplice. Por soñar junto a mi con planes y proyectos.
Porque a lo largo de este tiempo sólo puedo hacer una cosa, agradecerte el cariño y confianza que siempre me ofreces, porque a tu lado, el  mundo me parece menos malo y porque como ya sabes, dependo de tú sonrisa para seguir respirando.


Seguiremos creciendo juntos, ca.

lunes, 28 de marzo de 2011

¡Dulce y feliz!



De pequeña me encantaban las nubecitas de gominola, los chupas de fresa y los zumos de naranja echos por mamá. Era la niña con más moratones en las piernas del mundo, me caía innumerables veces de mi bici rosa. Cada cumpleaños de mi padre le regalaba una tarjetita de cartulina echa a mano escribiendole siempre lo mismo: "Eres el mejor papi del mundo, te quiero". Me veía todos los programas de Art Attack  y luego intentaba hacer yo las cosas por mi misma, aunque a veces fracasase en el intento. El domingo era mi día favorito de la semana, el día en el que me pasaba toda la semana pensando, el día en el que papá, mamá y yo teníamos para nosotros tres, y el día en el que más me consentían. Daba besos a todo aquel que me regalase una sonrisa. Me encantaba cocinar con mi abuela la de casa, ver la tele con ella y aprender un poquito más del mundo. De mi otra abuela, me gustaba que me tratase como una reina siempre que me veía, que sólo tubiese buenas palabras y gestos hacia mi, los paseos que dabamos todos juntos los sábados y sus pizzas gordas y ricas, en realidad, toda  su comida. En cualquier reunión familiar yo era la primera en ponerme a cantar y a bailar con mi abuela, con mi abuelo, o yo sola a interpretar temas de las spice girls mientras mi padrino me gravaba, todavía conservo cintas de video de esos momentos. Era la pasaya de la familia, la niña pequeña, la favorita de todos. A pesar de que era la más dulce y sonriente de todas las niñas del mundo, lloraba desconsoladamente cada vez que veía una foto mía de pequeña, de alguna boda o evento, y les decía toda llorosa:"Y yo porqué no estaba? No me queríais?". Era adorable, todo era tremendamente adorable.

lunes, 21 de marzo de 2011

¡Huele a nuevo!

Reflexiones, música, momentos especiales, fotos, sentimientos...en definitiva, el día a día de nuestra fabulosa historia.